martes, 12 de diciembre de 2006

12 de octubre..., ¿DIA DE LA RAZA O DIA DEL RACISMO?

¡Sesgada está la historia en este país!.. señores, y digo sesgada porque nada se da a conocer en los colegios sobre el genocidio, abuso, humillación y usurpación de territorios ocurrido hace 514 años atrás.
No tenemos nada que celebrar!, porque el 12 de octubre de 1492 comienza la invasión que hasta hoy tenemos que soportar con sus graves consecuencias que han ido sufriendo nuestros pueblos andinos.
¿ De qué descubrimiento nos hablan del 12 de octubre de 1492?!, si lo que en verdad sucedió fue el “Descubricidio de América” más de 60 mil hermanos indígenas masacrados en todo el continente. ¿ Es eso digno de celebración?, mientras muchos lo celebran como el Día de la Raza, se enorgullecen en mostrar y festejar el folclore latinoamericano, sin embargo, para nosotros esta fecha no es más que el recordatorio del comienzo del racismo expandido en todo el continente y, que hasta ahora, se siente en el país. Pues el racismo fue adoptado por el criollo peninsular, porque él se consideraba superior a nuestros hermanos aborígenes, se consideraba con derecho a prevalecer sobre ellos, a las que inclusive se creyó con derecho a perseguir y extinguir… eso es Racismo!
Hoy nuestros pueblos andinos sufren las consecuencias del denominado racismo que heredó el Estado chileno, esto se ve reflejado en las políticas que prevalecen en el gobierno, como el no reconocimiento constitucional de nuestros pueblos, el no reconocimiento del convenio internacional de OIT 169 que habla sobre la protección de los derechos sociales y económicos.
Chile posee un racismo y una intransigencia hacia los pueblos indígenas, ha sido oídos sordos a las demandas de autonomía, pues se nos hace necesario tener el control para asuntos en materia de territorio y recursos naturales, que al menos se nos tome el parecer en las decisiones importantes que ocurren en nuestros lugares de hábitat, nuestras comunidades. Pues podemos ver cómo nuestros territorios ancestrales han sido entregados a manos de mineras transnacionales y al mundo tecnológico en pos del desarrollo del país. ¿ De qué desarrollo nos hablan?, si hoy las mismas ciudades de Antofagasta y Calama no se ve reflejado un progreso con las ganancias del cobre, sus calles y poblaciones siguen siendo las mismas. Peor aún para nuestros pueblos, porque ellos cercanos a las mineras, éstos les succionan las aguas de las napas subterráneas provocando así la sequía de la flora y el exterminio de la fauna y de nuestros hermanos indígenas. Esto es la prueba del racismo exacerbado al querer extinguir nuestros pueblos con la extracción de sus aguas pues el agua es vida y sin agua no hay vida.
Recordemos lo que dijo la Presidenta Michelle Bachelet hace tres días atrás en el foro del “Bicentenario 2006” que trata de debate y reflexión para examinar la realidad cultural, social política y económica del país; ella dijo:”Mientras más conozcamos lo que nos pasó, podremos luchar mejor por lo que no queremos que vuelva ocurrir"; y yo me pregunto, ¿realmente están preocupados de los que les pasó, de la historia, de nuestros pueblos?, si aún existe una historia tergiversada en los colegios cuando se habla del Descubrimiento de América, pues creo que aún enseñan el “Encubrimiento de Améríca”, sólo en el año 92 el censo del país reconocía algunas etnias y en el 2002 integró a otras más. Hace pocos meses el senado aprobó la existencia de la etnia diaguita. Así es ellos existen!, nuestras pueblos han permanecido en estos territorios por más de 11 mil años. El “revisar la historia para que no vuelva a ocurrir lo que no queremos”, como lo dijo la Presidenta Bachelet, es también querer mirar introspectivamente el país, el querer luchar por una democratización por la democracia porque “la integración no se logra cuando se funde en masas, se consigue cuando los otros respeten su identidad cultural, porque ésta les parece compatible con la pertinencia a una sociedad común, vale decir, que sólo se está integrado cuando es aceptado como tal, cuando su diferencia es reconocida como un enriquecimiento a la sociedad “, esa sociedad es la que hace falta hoy, sin los rebrotes del racismo del siglo XXI. por: Ale_espíndolaC